miércoles, 30 de septiembre de 2009

Venecia, ¿la más bella de todas las ciudades?.








Cuando nos hablan de Venecia casi siempre pensamos en su famoso, exótico y muy elegante carnaval por el que muchos turistas viajan grandes distancias en incluso cruzan el planeta entero sólo para participar de él. Pensamos también en sus calles antiguas, los cafés al aire libre, los museos, las historias de grandes amores y pasiones que ahí se entretejieron; sin embargo, muy pocos saben que este destino tan maravilloso y fatuo también guarda para sí uno de los lugares más terribles sobre la faz de la tierra: me refiero a la isla de Poveglia.





En los primeros siglos de Venecia, la isla de Poveglia fue un mini-estado que tenía su propio monasterio que fue destruido en 1380 durante la guerra contra Génova. Este lugar se encuentra en las lagunas de Venecia cerca de Lido y ahí, en ocasiones, el rebalaje de las olas es capaz de arrastrar restos humanos carbonizados; la isla tiene una historia bastante macabra, incluso dicen que es uno de los lugares más embrujados del mundo.
                                                                                                    




Como bien se sabe, Europa sufrió una descomunal plaga de peste bubónica en el siglo XIV, sin embargo, hubo lugares donde por falta de ayuda o por su gran extensión la situación se hizo más caótica y grave. En el caso de Venecia, su situación geográfica ocasionó que sus habitantes se vieran prácticamente atrapados como si de una ratonera se tratara; llegó a tal punto la muerte a tomar las calles venecianas que los cadáveres comenzaron a amontonarse y el mal olor inundaba todo el ambiente. Finalmente, la autoridad decidió encontrar un lugar donde arrojar los cuerpos infectados, y Poveglia fue el lugar escogido.





Así, comenzaron a trasladar los cadáveres que empezaron a amontonarse en las fosas donde eran quemados. Aun con todo, en la propia Venecia el impacto de la peste asolaba la ciudad que se veía abocada a su perdición mientras el pánico se adueñaba de sus habitantes. Pronto no sólo se llevaron a Poveglia a los cadáveres, sino que comenzaron a recluirse allí a los infectado primero y después, inclusive, a todos aquéllos sobre los que había la más mínima sospecha de enfermedad. En pocos años 160.000 personas acabaron sus días en aquella isla. Posteriores plagas medievales le dieron el mismo uso a la isla, llegando a un total estimado de 300.000 seres humanos incinerados vivos o muertos debido a la peste, en el mejor de los casos eran enterrados en las gigantescas fosas comunes de la isla. Por todo esto en el corazón de la misma isla, la tierra se vio mezclada con las capas de restos humanos carbonizados y de los que poco a poco iban muriendo en ese terrible lugar. Tanto es así que aún hoy día el oleaje de vez en cuando arranca un poco de esa capa de restos.





Pasaron cientos de años y la isla permaneció maldita y totalmente abandonada hasta que en el año 1922 construyeron allí un hospital psiquiátrico. Los dementes allí recluidos fueron los primeros en ver extraños espíritus descompuestos que vagaban por Poveglia, pero nadie quiso creerles debido a su estado de salud mental. No obstante, aquel sanatorio todavía encerraría una historia truculenta. Quién sabe si el mal de la isla influyó de algún modo, pero lo cierto es que el doctor director del manicomio comenzó a experimentar con los pacientes nuevos métodos de curación. Fueron años de lobotomías y trepanaciones hasta que al propio director comenzaron a acosarlo los fantasmas; asustado y habiendo perdido la razón debido a que él mismo escuchaba esos lamentos y alaridos antes comentado, decidió poner fin a sus días tirándose desde la torre del hospital. Aún así, el doctor no falleció en el acto y cuentan quienes estuvieron presentes que una extraña nube de humo apareció de repente y se introdujo en su cuerpo hasta asfixiarlo.



Aquel fue el final del hospital que hoy día aún permanece cerrado en Poveglia. Sólo una familia fue capaz de intentar comprar la isla, pero no llegaron siquiera a permanecer una noche allí, ya que un extraño suceso que nunca quisieron desvelar, desgarró la cara de su hija la que tuvieron que darle 14 puntos.





Desde aquel suceso, salvo los que van a recoger la cosecha de los viñedos allí plantados (recordemos que la tierra es rica en restos orgánicos y por eso se obtienen uvas exquisitas) ingresan a la isla . . . y sólo por el tiempo extremadamente necesario; sólo los más atrevidos han osado aparecer por allí, pero todos juran no volver a causa de los gritos y lamentos que allí dicen oir, y por la abrumadora maldad que todos parecieron percibir.





Las historias de fantasmas y sobre las campanas de la capilla sonando a medianoche en el aire de la laguna se volvieron tan comunes como las de partes humanas flotando en las inmediaciones. De hecho, hoy en día los pescadores todavía se niegan a ir a echar las redes por la zona porque muchas veces sacan pedazos de huesos u otra clase de restos humanos. Ningún transbordador viaja a esa isla (vean las páginas de turismo venecianas) y nadie se atreve a acercarse de noche.



La isla volvió a clausurarse. Aunque se dice que la compraron varias veces, pero a la primer noche de estadía los dueños la ponían en venta nuevamente aterrorizados por las cosas que veían en las noches. Se mandó en los 90 a un grupo de parapsicólogos y médiums...algunos escucharon voces que les prohibieron regresar, y otros directamente volvieron de ese lugar locos por las cosas que "oyeron" o "vieron".





Actualmente (si bien sólo es durante los días ya que por la noche no queda nadie ahí, seguramente por ser lugareños y conocer las leyenda sobre ese lugar), la están refaccionando y se dice que van a usarla para plantar vides y producir vino . . . ¿ahora ya saben por qué los vinos italianos son de los mejores?.



FUENTES:

http://www.elmundo.es/papel/hemeroteca/1996/10/13/sudinero/173639.html



0 Comments:

Post a Comment



Template by:
Free Blog Templates