martes, 13 de octubre de 2009

Sueños . . .



Impregnada de las cosas lindas que uno lee en las revistas o libros, de las constantes imágenes televisadas de bodas grandiosas más que dignas de un cuento de hadas y de los relatos sobre príncipes y princesas en la infancia, podría suponer que es natural mi deseo por tener un día D igualmente hermoso . . . y como me gusta coleccionar imágenes de la red ( las que considero más hermosas, por supuesto) en esta etapa de mi vida me he dedicado a buscar el vestido de mis sueños, los accesorios, la tarta, recuerdos y modelos de invitaciones , aun cuando yo termine haciendo a mano éstas últimas. Habitualmente soy perseverante, optimista y lucho por lo que quiero tenazmente, sin embargo, ahora debo enfrentarme a este presentimiento de que lo que quiero es casi imposible y que esta vez (como muchas otras) la respuesta que tendré de la vida es un “no”.

A lo largo de mis veinticinco años he renunciado a muchas cosas por diversas razones que no viene al caso mencionar ahora, pero que hubiera gustado tenerlas en ese momento: mis muchas fiestas de graduación (incluyendo la de la universidad) a las que no fui, los viajes que no hice aunque quise , los campamentos infantiles que me mantenían ilusionada, las bien merecidas vacaciones con la familia planeadas y no realizadas, el concierto de mi grupo favorito al que no se me permitió asistir cuando vino por fin a mi país, la negativa obtenida al desear quedarme a dormir en la casa de una entrañable amiga, etc, etc . . . y creo que la gran celebración del día de mi boda no va ser la excepción. Y es que viviendo en un país tercermundista donde los impuestos cada día son más altos, los sueldos más escasos y el empleo casi inexistente, el ahorro se ha convertido más en una obligación que en un lujo . . . y el “derroche” es casi un pecado.

Hoy día me cuesta creer que aun no tengo mi título profesional (debido a que estudié una carrera muy larga y absorbente), mucho menos un empleo . . . y que a mis veintitantos años siga siendo hija de una familia por poco monoparental en donde el tema de mi imaginaria y fabulosa boda se convierte también en un tema de “mejor ahorra ese dinero y haz otra cosa”. Empero, la verdad es que desde muy pequeña fantaseé con este día tan maravilloso y al desistir de otras celebraciones en el pasado, no creí verme casi obligada a hacer lo mismo ahora. Muy probablemente es mi mentalidad del “todo o nada” la que me está afectando pues nunca antes he tenido una fiesta para mí y supuse que ésta podría ser la primera –si no es que la única– al lado del ser que más amo . . . realmente no quería que los asuntos financieros fueran los que arruinaran el día más importante de mi vida.

En fin, posiblemente lo único que me queda es seguir tejiendo fantasías con esas imágenes que se convirtieron en mi inspiración (es lo malo de soñar a lo grande je, je, je) mientras me titulo y consigo un empleo , quizá debo conformarme con una sencilla unión por lo civil aun cuando no la contemplaba de esa manera . . . debo continuar adelante con mi habitual frase autoaplicada: “prohibido quejarse”.

Aunque, quién sabe, probablemente sólo estoy exagerando (mucho) y debo esperar el debido tiempo . . .




 
Aquí os dejo las imágenes que guardé sabrá Dios de cuántos sitios de la red y que me ayudaron a imaginar deleitándome en ese onírico día tan especial  ^_^
 
1. Como soy una eterna enamorada del pasado, quería una boda medieval (nocturna, si es posible):
 

 
2. Bueno, tal vez no tan elaborada y costosa:
 






3. Con invitaciones que yo misma haría . . . y hasta mezclando estilos.

 
 








4. Y un vestido precioso . . . (claro está que lo armaría en color blanco o un tono similar).




















5. Aunque definitivamente los que son todo un sueño y más me han gustado son éstos dos (del segundo modelo, el color amarillo lo cambiaría por una tonalidad beige):









6. Y quisiera llevar una linda tiara en un peinado sencillo con el cabello suelto (para que sea fácil de retocar  por la noche  ^_^  ):









7. Sí, todo junto: cabello suelto y tiara, sin prescindir del velo . . . obviamente todos los demás detalles serían llevados en su mínima expresión, incluyendo el maquillaje.







8. Aunque cabe la posibilidad de que la fiesta sea un poco más conservadora y tradicional, por eso he optado por estos modelos que considero muy bellos:







9. Como sea que fuere, sueño con que mi velo sea de largo catedral:









10. No sé cómo se vea todo junto . . . pero para decidir bien y no alejarme del buen gusto, consultaré a los espejos quienes son muy buenos amigos.

11. En cuanto a la locación, he encontrado algunos sitios que no enumeraré del todo, pues son muchos; sin embargo incluyo ex - haciendas abundantes en vegetación, salones con vistas increíbles a jardines y hoteles que se prestan a una boda temática.

a) Ex convento de San Hipólito.

 

 b) Hotel - hacienda Vista Hermosa.



c) Hotel Racquet




d) Hacienda San Gabriel de las Palmas (la que considero luce más maravillosa).




Ojalá los sueños se hagan realidad . . . basta tener confianza en Dios y en el tiempo; sin embargo, aun cuando no lo logre, sabré que estoy al lado de la persona que más amo: mi Lord Sergio.

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