martes, 17 de noviembre de 2009

Película: "Dogfight".


Hace unos momentos estaba viendo en la tele una película llamada Dogfight; al principio parecía que iba a ser una película mala, realmente muy mala, debido a su argumento: la historia está situada en los años 60, mientras se libraba una espantosa masacre en Vietnam (porque eso era). Así pues tenemos que en 1963, la noche anterior a que Eddie (de 18 años) y sus amigos marines sean enviados a Vietnam, se lleva a cabo algo realmente cruel: los muchachos tienen la “excelente idea” de jugar nuevamente un sucio concurso llamado "Dogfight", el cual consiste en reunir a suficientes jugadores interesados, aportar cierta cantidad de dinero para que sea suficiente, rentar un local-bar más o menos decente, pagar las bebidas y botanas que se consuman e invitar a una chica que no fuera lo suficientemente bella físicamente para que los acompañara a dicha fiesta (claro, valiéndose de sus artimañas, un montón de mentiras y falsos halagos). Se supone que quien lleve a la muchacha “más fea” será el ganador y se queda con el dinero sobrante, además de ser el “héroe” para sus compañeros.

Y es entonces que Eddie, tras varios intentos fallidos con diversas jóvenes, encuentra a la solitaria, pacifista y desaliñada Rose trabajando en la cafetería que pertenece a su madre (y antes de eso, a su abuela). Después de unos cuantas palabras, él logra convencer a Rose de que lo acompañe y ella se siente muy feliz de hacerlo, pero ya en la fiesta se da cuenta del verdadero motivo de la cita y se va a casa muy molesta no sin antes golpear al marine (bien merecido se lo tenía el tipo este). Para este entonces, Eddie ya había aprendido a quererla por su nobleza y bondad y la sigue hasta su casa; de hecho, momentos antes de ingresar al restaurante trata de persuadirla para que no entre pues le dice que ese no es lugar para ella.

Cuando el muchacho llega a la casa de Rose, después de lidiar con el perro guardián, nuevamente logra convencer a la chica para que acepte sus disculpas y la lleva a cenar a un restaurante caro en el cual hace gala de su prepotencia, cosa que disgusta mucho a Rose además de las malas palabras que acostumbra decir el marine. Después de eso gastan la mayor parte de la noche caminando por diversos lugares, platicando . . . y discutiendo. Hasta que Rose lo lleva a un café para enseñarle el lugar en donde quiere hacer su debut como solista pues le apasiona cantar y tocar la guitarra, de hecho, es una auténtica fan de grandes autores de la talla de Bob Dylan.

Al cabo de un rato terminan en un sitio muy parecido a una cabina de feria en donde tienen muchos aparatos automáticos de música novedosos para la época: iluminación en rojo, una chica ilusionada, los autómatas musicales y un fogoso marine crean el momento perfecto para el primer beso de esta singular pareja. No es de extrañar que al final acaben en la mismísima cama de Rose mientras la madre de la chica duerme en la habitación contigua . . . a mi parecer, todo indica que era la primera vez de la muchachita.

Todo esto sucedía mientras los amigos de Eddie ocupaban su noche libre en tatuarse abejas en los antebrazos (porque el grupo era el de las cuatro “B” debido a sus nombres o apellidos), pelearse con el personal naval de un bar, ver una película porno mientras contrataban a una prosti para que les practicara felaciones y embriagarse hasta más no poder. Claro está que las imágenes sólo sugieren lo que sucede, no es de esas que muestran escenas bien explícitas que no era necesario destapar por completo.

Finalmente Eddie y Rose intercambian promesas de escribirse mientras dura la guerra y ella le da la dirección de su casa en una pequeña hoja de color rosa. Pero cuando sale el autobús de los marines y los amigos se reúnen nuevamente, Eddie cuenta una versión completamente diferente de lo que sucedió la noche anterior, rompe la hojita rosa y lanza los pedazos por la ventana. Por un momento filosofan sobre las mentiras que se cuentan y el sin sentido de estas, sin embargo, no llegan a nada y llegan a la conclusión de que todo en su vida es una mentira. Pasan los años, muere el presidente Kennedy, y Eddie regresa a San Francisco (EUA) al final de la guerra. Ahí se da cuenta de que muchas cosas han cambiado y al parecer tiene una hija (o al menos eso creo yo), busca la cafetería de Rose y entra ahí aunque el cartelito dice que está cerrado. Todo termina con un emotivo y mudo abrazo entre un Eddie héroe de Vietnam y una Rose más madura.

Particularmente creo que es una película sencilla aun cuando la trama entre líneas dice mucho más de lo que sus personajes hablan. Hay muchas cosas dolorosas, otras son mágicas y algunas más parecen grotescas. Quizá la temática ya pareciera un tanto trillada (los sentimientos de las chicas consideradas como no bonitas, la honestidad, el guardar las apariencias, el darte cuenta gracias a una persona de que tu vida está tomando un rumbo equivocado, etc) pero internamente nos puede generar alguna idea al respecto o llevarnos a hacer una análisis comparativo . . . quién sabe, todo depende de cada persona.

Tal vez no sea un filme que te mantenga bien pegadito a tu sillón , pero es buena como para disfrutar en una tarde de relax. Bueno, pues ya se las conté, pero aun así es mejor verla y disfrutar los detalles y el trasfondo de los diálogos . . . en serio.


Ficha técnica.

Titulo original: Dogfight
Año: 1991, USA.
Clasificación: apta para mayores de 13 años (y no porque tenga escenas explícitas de sexo)
Género: Comedia
Dirección: Nancy Savoca
Escrita por: Bob Comfort
Elenco: River Phoenix (Eddie Birdlace) - Lily Taylor (Rose). Hay una pequeña escena de unos escasos segundos en la que aparece Brendan Fraser (ésta fue su primera película).

Calificación que Gail otorga a la peli: 6 puntos de 10 (siendo que el 10 significa excelente). A veces hace falta ver filmes regulares para reconocer a los excelentes.



Fuente:
http://www.angelfire.com/wa2/avv/dogfight.htm


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