viernes, 29 de enero de 2010

Hoy no me pudeo levantar . . . literalmente.

Ya no sé qué es peor: no poder escribir a gusto en este mi querido blog debido a que los códigos de marcado y conexión a Internet han cambiado y no fui previsora antes para emplear un método más moderno (ahora me es ultradifícil acceder a las páginas T_T ) o tener este terrible vértigo, mareo y náuseas desde el miércoles que hacen me sienta abordo de un barco giratorio todo el tiempo . . . ni siquiera puedo pararme y ponerme de pie sin caerme de la cama.

Y al parecer no hay otra anomalía en mí mas que mi recién adquirida otitis media aguda (¿quizá una laberintitis?) por irme a mis clases de natación; el agua es fantástica y a veces ese el precio a pagar. Nada me duele físicamente en este momento, pero nunca me había sentido tan mal: todo el día en cama, sin poder abrir los ojos por mucho tiempo pues todo gira a mi alrededor y vienen las náuseas. ¿Qué me pasa?, ¿estaré somatizando algún problema emocional muy interno?, ¿será otra cosa? . . . ya extraño levantarme y andar un poco en la casa, salir para ver el cielo o la luna y no estar aquí en cama sin siquiera tener acceso a Internet. Hoy fue un triunfo acceder a mi blog, la deseperación hace maravillas.

Debo reconocer que también me siento un poco abandonada por mi flamante futuro-esposo, pero ¿cómo exigirle más tiempo juntos si apenas se puede dar un respiro entre el trabajo, la nueva carrera que estudia y el curso al que asiste para actualizarse? . . . esa media hora diaria al teléfono ya no me satisface tanto . . . ese ponernos al tanto sobre nuestro día me hace sentir más vacía cada vez . . . qué hacerle . . . ojalá eso que llamamos "lo nuestro" no se enfríe por el poco tiempo que nos dedicamos y lo poco que creo él me conoce.

Ahora, sola en mi habitación, sin poder soportar la música que tanto me gusta y excribiendo esto como mi único desahogo a una increíble velocidad de tortuga porque la pantalla brillante me marea, sólo mis tres gatos me hacen compañía durmiendo apiñados sobre mi cuerpo que yace cobijado dentro de la cama. ¿Qué me pasa?, los medicamentos y la acupuntura parecen no ayuarme mucho . . . me siento igual, con algunas excepcionales y esporádicas mejorías que no duran mucho.

Qué cierto es eso de que nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido . . . quiero sentirme bien otra vez . . . quiero que todo deje de girar tan rápido . . . quiero abrir los ojos y levantarme de aquí, o al menos tener una conexión decente con el mundo virtual.




Tan pronto tenga una conexión decente a Internet y me sienta mejor de salud, seguiré con estas mis historias felinas . . . para asomarnos al maravilloso mundo que nos rodea. Lamento abandonarlos así y dejar de postear todo eso que quiero deciros, pero es por una causa mayor.

Reciban muchos beshitos de gatito desconcertado y deseperado.



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