viernes, 14 de mayo de 2010

Los peces claria: una plaga en Cuba.


Hace algunos meses tuve la oportunidad de escuchar sobre la existencia de los peces claria (o “pez diablo”, como dirían los cubanos) y el desastre ecológico que han causado en dicha isla por demás agraviada política y comercialmente; sin embargo, me resultó tan interesante el animalito que mi curiosidad natural me llevó a investigar más sobre el tema y, por supuesto, a compartir mis hallazgos con ustedes. Por cierto, debo mencionarles que en este momento no voy a juzgar si Fidel Castro o su hermano han hecho bien a la población cubana, si la revolución debe seguir, ni asuntos relacionados con esos acontecimientos tan controvertidos; simplemente me enfocaré en los peces, quienes también han generado polémica con sus bandos a favor y en contra.

Ejemplares de peces claria

Pues bien, el pez gato o “claria” fue introducido en las presas de Cuba como una medida de control biológico contra las tilapias, además de ser una forma extra de aumentar la ingesta proteínica de la población en la década de 1990, durante los años del llamado "período especial''; no obstante, lejos de ser un remedio pasó a ser una plaga que realmente mantiene aterrorizada a la isla pues su extrema ferocidad y carácter voraz le permitieron controlar el exceso de tilapias rápidamente, pero luego acabó con todo los demás peces y literalmente salió de las presas a dar un paseo. Actualmente se le puede encontrar en zonas de las provincias Pinar del Rio, las dos provincias habaneras y Matanzas, principalmente en la red de acueductos y alcantarillado.

Ejemplares de tilapias.

Las clarias y sus características.

La claria es una especie de pez gato caminador nativo de África y Asia, aunque también se le puede encontrar en la India, el sudeste asiático e Indonesia; sus nombres científicos son clarias gariepinus (la africana) y clarias macrocéfalo (la asiática) abarcando a poco más de 2000 especies.

La claria y sus bigotes.

Son de color negro opaco, pueden pesar hasta 60 kilogramos y medir más de un metro de largo, tienen una larga aleta dorsal, opacos ojos saltones y cuatro pares de bigotes en la boca. Lo sobresaliente de este animalito es que puede reptar tres días fuera del agua (valiéndose de agitar vigorosamente su cola) en busca de comida. Por si fuera poco, son increíblemente resistentes en situaciones de escasez de agua pues poseen un órgano respiratorio adicional (una modificación del arco branquial que consigue crear una cámara de aire) que les permite hundirse en el barro húmedo y sobrevivir durante meses a sequías extremas. Quizá ésta es la principal característica que influyó para que en Cuba fuera bautizado como “pez diablo”, además de su voracidad y condición de depredador insaciable de las cuales hemos hecho mención con anterioridad. Les dejo un video casero para que se entienda mejor cómo se mueven las clarias fuera del agua (son ejemplares muy pequeños aun y que conste que no están muriendo).


El origen de la plaga.


Se sabe que en 1990 la ex Unión Soviética puso fin a la ayuda que brindaba a Cuba; debido a ello, los años posteriores de escasez hicieron que programas desesperados de autoabastecimiento fueran implementados en la isla, incluyendo la llamada “Revolución Azul” que promovía la construcción de pequeños estanques para que las familias cubanas criaran sus propios peces y mejorara la dieta alimenticia de la población.

Se trataba de que sólo fueran comida . . .

Los primeros ejemplares llegaron a Cuba en julio de 1999 confiando en que le habían sido comprados 14 millones alevines híbridos a Malasia (hay quienes dicen que fue a Tailandia); aun cuando se tenían severas medidas para evitar que escaparan de los criaderos, éstas fallaron y para empeorar las cosas, los peces ni eran alevines ni mucho menos híbridos. Al parecer, las clarias introducidas a la isla en realidad son resultado de una especie diseñada genéticamente para ser más resistente que se obtuvo del cruce o “combinación” del pez gato Gunther y el pez gato africano. Todo esto, aunado a las crecientes de los ríos, las lluvias asociadas a los huracanes Michelle, Isidoro y Lili, en los años 2001 y 2002, ayudó a que las clarias se diseminaran por toda la isla y todo sitio que tuviese agua (incluyendo cuevas, drenaje y tuberías caseras).

Andan por todos lados.

Dada su gran resistencia a las sequías y enorme voracidad, llegaron a convertirse en una amenaza ecológia pues devoran todo lo que se encuentre a su paso: tilapias, moluscos, camarones, truchas (ya escasas en Cuba), ranas, crías de cocodrilo, otras clarias, tencas, pollos, aves, insectos, frutas, semillas, carroña y en un documental del mexicano Diego Fabián Archondo titulado “Revolución Azul” se les puede ver, incluso, comiendo ratones.
Promocional del documental.
El video está más abajo en el post.

Lo inquietante de estos peces radica en que, al ser tan voraces depredadores, están rompiendo terriblemente el equilibrio ecológico cubano; de hecho, el Ministerio de Industria Pesquera emitió en 2006 una resolución para fijar una estrategia de seguridad biológica en el país y revertir el efecto de las clarias, pues amenazan también la existencia de peces endémicos tales como el manjuarí y la biajaca criolla, además de que les muerden las patas a los flamencos y patos que se posaban en los humedales ahuyentándolos o atacaban a los puercos y chivos. De hecho, según el Centro Nacional de Áreas protegidas, la voracidad de las clarias pone en peligro de extinción a 242 especies de la fauna nacional (75 endémicas, 29 raras o locales y 25 introducidas). Ahora bien, lo más preocupante es que el Centro Nacional de Seguridad Biológica, admitiendo el gran fracaso de su experimento, menciona que la claria ya forma parte del medio ambiente cubano y ya no se le puede sacar, por eso sólo queda implantar medidas para su control.

Y también atacan a los hombres.

Ya se han informado muchos casos en donde las personas han sido atacadas por este pez, empero, el más extravagante lo encontré en una afamada revista política mexicana (Proceso, No 1714), transcribo a continuación: “En una ocasión, un hombre llamado Humberto Navarro vio salir una (claria) del escusado y, antes de poder matarla de un palazo en la cabeza, él y toda su familia tuvieron que reponerse de un susto de fin del mundo para después perseguirla a través de habitaciones y pasillos de la casa”. Y por eso es que pueden encontrarse secuencias en video de personas pescando clarias en las alcantarillas al mejor estilo de los esquimales o matándolas a palos mientras reptan por las aceras.

Clarias hasta en la sopa.


La verdad es que los cubanos ya no encuentran otro remedio para combatir a las clarias que comérselas, tal como era su destino desde un principio. Pero tal es la gravedad que hasta los principales diarios de la nación instan con especial ahínco a la población a ingerir claria en cualquiera de sus presentaciones: frita, en filetes, enchilada, empanizada, rebosada, en embutidos, perros calientes y chorizos. Incluso se dice que los médicos cubanos han llegado a recetar su carne a quienes padecen cáncer pues aumenta los índices de hemoglobina en sangre.

Bueno, ya para finalizar, les dejo el vídeo del documental titulado Revolución Azul.


Fuentes:

Las clarias, la ecología y el "periodismo revolucionario" , por Juan González Febles el Junio 30, 2006 http://www.cubanet.org/CNews/y06/jun06/30a6.htm


Un pez muy controvertido, por Idalma Menéndez Febles en Guerrillero el Viernes, 22 de Mayo de 2009 http://www.guerrillero.cu/index.php?option=com_content&view=article&id=1219:un-pez-muy-controvertido&catid=40:variados&Itemid=60

La Claria: Un Pez Creado por el Régimen de los Castros http://cuba.o-jec.com/notas-o-jec/3215-Claria-Pez-Creado-por-Rgimen-los-Castros.html
El pez gato acecha por Nibaldo Calvo Buides http://cubano-en-mexico.blogspot.com/2009/04/cuando-el-el.html






jueves, 13 de mayo de 2010

Sobre un amor lejano y casi moribundo.



Desde hace un tiempo a la fecha, los programas o películas que supuestamente deberían motivarme y hacerme soñar con los momentos más bellos y románticos imaginables, más bien me dejan un nudo en la garganta y unas lágrimas incipientes que se resisten a caer. Así, el programa sobre decoración de festejos nupciales que antes tanto disfrutaba por las ideas que podría aportarme para decorar mi boda, ahora se ha convertido en una especie de visión lejana de algo que no tendré. Me alegro sinceramente por las parejas que han conseguido casarse, me gusta ver sus rostros de dicha y felicidad luciendo radientes al estar tan enamorados, con ese brillo en la mirada que indica la realización de un sueño. Bien por ellos.

Y para segir torturándome, hoy por la mañana se me ocurrió encender el televisor y quedarme a mirar una película llamada "Orgullo y Prejuicio", una historia más bien romántica que culmina con el sentir el amor verdadero (y una promesa de boda). Cómo me gustaría sentir esa cálida sensación profunda en el pecho y el rostro cuando se ve al ser amado a la distancia, la enorme felicidad de saberse comprometida y decir con convicción y entrega que se ama profundamente a alguien y que por ello deben contraer matrimonio . . . sí, quisiera sentir ese amor profundo, embriagador y verdadero tal como alguna vez fue, así como lo muestran en la película . . . mas no es así en mi caso, ya no más. 

Mis sentimientos han ido cambiando a lo largo de estos meses. Dicen que el amor madura y se transforma, pero no creo que decrezca al grado en el que el mío está . . . trato de mantenerlo vivo pero tal parciera que existe un gélido frío que se empeña en extinguirlo. Miro a mi príncipe cada vez que nos citamos (una vez a la semana, una vez cada quincena) y a su lado me siento estar más en compañía de un buen amigo que en la de un futuro esposo; casi a diario me llama sin embargo, tantas ocupaciones que él tiene han hecho que nuestras conversaciones se centren, sobre todo, en un "qué tal tu día hoy" en donde no hay algo particularmente nuevo para decir, charlas que no pasan de un primer nivel a uno más profundo aunque lo intento, diálogos que se interrumpen porque siempre existe algo más que él debe hacer.

No lo sé, tengo tantas dudas sobre ésta relación que ya ni siento gran alegría en pensar en la boda . . . una que al planerala bien pareciera estar destinada a alguien más y no para mí. Mi búsqueda por ese vestido "perfecto y soñado" ha concluido pues ya no tengo a dónde ir . . . ni siquiera tengo ganas de probarme alguno, ¿no se supone que esta elección es el motivo de alegría de casi la gran mayoría de las novias?; el tema de la casa es más como si yo fuera una diseñadora que habla del proyecto de un cliente . . . en breve, el tema del matrimonio comienza a serme lejano y ajeno.

Antes juzgaba duramente a las mujeres que abandonaban a sus esposos quienes, por cierto, no les dedicaban el tiempo suficiente: pero ahora, comienzo a entenderlas. No me siento sola, al contrario, disfruto mucho estando conmigo misma, empero, la compañía de mi príncipe es más como un bonus pues la mayor parte de la semana estoy sin él y sin saber mucho de él. La verdad, no pretendo ser enfadosa y acaparar cada segundo de su existencia negándole salir con amigos o terminar los demás asuntos en los que está envuelto pues temo que más adelante me lo reproche amargamente . . . pero la convivencia a cuentagotas me asegura cada vez que puedo prescindir de él.

Aun resuenan en mi cabeza las palabras que alguna vez pronunció sobre que tal vez él no era "el hombre indicado" para mí, ¿debo hacer caso de ello? . . . no lo sé, todo se mezcla dentro de mí en una especie de exraño cóctel. Le dí mi palabra de compromiso, mas supongo que esto se está yendo a pique antes de haber siquiera comenzado . . . ojalá renazca ese amor de al principio, espero él pueda enamorarme de nuevo y convencerme de que debo ser su esposa. Si sucediera lo contrario, tal vez necesite tiempo para reencontrarme a mí misma y mi camino a seguir, si no es que antes mi corazón felino sale de cacería buscando un nuevo príncipe con quien compartir sueños, crear fantasías y aterrizar metas.

En fin, como fuere, como no tengo a alguien cercano con quién discutir esto sin causarle molestias ni disgustos, mejor lo posteo sólo para liberar un poco mi alma pues él, aun cuando ha descubierto mi blog, tan ocupado como siempre dudo que lea mi post y, al ser yo tan sólo una más de los miles de millones de habitantes del mundo, dudo que a alguien le importe lo que en este momento siento.


La melodía de hoy es "A drop of silence" de Kítaro, un músico japonés que me fascina a mares.



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