lunes, 29 de agosto de 2011

Otra oportunidad . . .

Hace poco mi musa regresó de vacaciones y de una manera muy hermosa: vuelvo a sentir ganas de escribir versos, aun cuando antes me hayan dicho que soy demasiado melodrama y lágrimas. En fin, les iré dejando mis creaciones poco a poco y conforme vayan saliendo de mi cuaderno de notas . . . ojalá les gusten.

Todos bien sabemos que en ocasiones los sentimientos se miden por días o años, por lágrimas o sonrisas, con palabras o silencios, con despedidas y reencuentros. Sin embargo, hay veces que la intensidad traspasa todas las barreras conocidas y la única forma de saber cuán profunda es la emoción es gracias a sus manifestaciones, a veces tangibles y otras no: la ruptura del ego, la humildad demostrada, el no pensar más primeramente en el yo, por los viejos cánones establecidos que han sido rotos, por todas las “primeras veces” que se le otorgan a alguien ... e incluso, si se está dispuesto a dar la vida por ello.

Yo sólo espero que mi Príncipe lo sepa, aun cuando no le venga en gana recordarlo, que así es el amor que le tengo . . . así es de poderoso es esto que me inspira y de lo cual yo ya no soy ni guía, ni dueña, ni ama. Ahora soy esclava, víctima afortunada, guerrera invencible e incansable; de nuevo una soñadora que tiene los pies en la tierra y la mente en las estrellas … gracias querido "Señor Pez" por ser la musa y el responsable de todo esto.



Lágrimas llueven en mi alma,
mi interior se ha ensombrecido,
¿acaso habrá algún remedio?
¿por qué se me impuso el castigo?
¿es verdad lo que has confesado?
¿por qué te has ido?.

No hay delicado postre
que curar pueda mi amargura;
el sol de agua destella y
me besa la cara con ternura,
mas quisiera fueran tus manos
las que se permitieran tal aventura.

Cuando me vienen los aromas
y del campo las fragancias,
estos se mezclan y juegan,
el viento los arrastra y prueba,
empero sólo pienso en la marca
de aquella tu esencia que te abarca.

La madre tierra es noble y sabia,
ella me enseña sin tardanza
que lo no muerto, avanza
que lo no germinado, espera
que aquel que conoce, ama
y el ignorante, olvida y desespera.

Tú no me conoces,
no me has visto a cabalidad;
¿acaso has medido
el ancho, largo y profundo
de mi ser y mentalidad? …
porque entonces nadie ama
aquello que desconoce.

Y si en poco tiempo quisiste ver
la totalidad de mis facetas y matices,
venga que desesperado eres
y no aprendiste de los días felices,
pues las puertas de tu alma cierras
y oportunidades me niegas.

Si acaso os pido que regreses
ya no es tanto por el bien mío,
sólo ofrezco termines las mediciones
y entonces sí decidas el destino;
pues en juegos nos hemos pasado
y pocas veces nos hemos visto.

En un pozo mi alma ha caído,
sobran las palabras y faltan canciones
para ser dulcemente entonadas
suaves y amorosas al oído …
mi alma se resiste a morir,
mas sin tu estrella, bien puede ocurrir.

Entrégate a una oportunidad
para disfrutar un amor verdadero,
no me quieras pronto juzgar
con datos poco certeros …
dime qué quieres hallar
y os diré cómo lo puedes buscar.

No temas, no tengas miedo,
que el único daño recibido
viene de etiquetarme primero
sin cuidado ni sentido;
y si con vos demasiado buena he sido
es porque así lo has merecido.

Prueba otros mares,
otros besos, brazos y sales,
mas por favor regresa
y la oportunidad vos me conceda
de mostrarme completa
y curar mis pesares.

Madre tierra sé buena,
Dios concédeme que os pido,
porque al tiempo que
una gota cae del cielo,
mi alma
mares ha llovido.


Gail Filis
(06-agosto-2011)





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