lunes, 29 de agosto de 2011
Y después de una larga ausencia, héme aquí de vuelta en este sitio que me es guarida y refugio de la vorágine exterior. Lo único que puedo decirles es que en estos últimos días casi he guardado voto de silencio pues no quiero llenarles de secreciones nasales y lágrimas la pantalla, ni de quejas, reproches, condenas o arrepentimientos . . . yo supongo así es mejor, pues si las palabras que uno proferirá no son mejores que el silencio, entonces para qué molestarse en hablar. No obstante, les quiero contar brevemente, que gran parte de los motivos de mis repentinas desapariciones virtuales se deben a que ahora he probado lo que es trabajar, estudiar y ejercitarse toda la santa semana y, la verdad, ya me siento cansada después de unos cuantos meses sin hacer una pausa siquiera un día.
Creo que la vida de jornalero (muy sagrada y respetable por cierto) no ha sido hecha para mí ni yo para ella . . . todo gracias a mi poca resistencia física, mi aguante limitado en cuanto a jefes controladores, explotadores y groseros se refiere además de uno que otro pensamiento repetitivo que constantemente me recordaba que en caso de continuar en ese mismo trabajo "de chocolate", no llegaría tan lejos como me he propuesto ir . . . yo realmente lo lamento, sobretodo por el abandono que sufrirán aquellas personas que depositaron su confianza en mí y buscaron ayuda conmigo, no obstante, ahora sí: eran ellos o yo . . . y finalmente tomé una decisión.
Y si a todo eso le agregamos que, últimamente, tras muchas horas de maratónicas terapias psicológicas (por mero gusto) que me han llevado casi a la abulia, estar sopesando eventos y sentimientos, el tratar de recuperar al señor amor, las horas muertas gracias al bendito trabajo y la escuela, el tratar de encontrarles dueño a mis hermosos Xa-gatitos (que por fin han sido vendidos) entre otras trivialidades y que debido a todo esto lo último que deseaba era escribir aquí (pues la musa, entre tanto ajetreo, mejor se tomó unas merecidas vacaciones) . . . supongo podrán ya entonces formarse un panorama general de lo que ha estado aconteciendo tras bambalinas.
Bueno, pero ahora vayamos al asunto este para el cual ya estoy preparada y que, según la terapeuta, me hará mucho bien repasar, agradecer y dejar ir . . . a veces pienso que es absurdo recordarlos a todos, pues los primeros amores o bien fueron ficticios e inmaduros o simplemente se dieron gracias al despertar que se sufre por tantas hormonas en ebullición; ni modo, de todas formas lo haré aun cuando mi lista pueda parecer casi astronómica.
Hace poco, mientras veía de nueva cuenta en la tele las torpezas de la desdichada Bridget Jones (con quien, por momentos, me sentí bastante identificada), reparé en las personas que de una u otra manera han marcado mi vida. No necesariamente significa que fui su novia antaño, sin embargo, en su tiempo les quise y les amé . . . ahhhhh, el sabor del amor . . . es como esas golosinas exóticas que una vez que las pruebas, jamás las puedes olvidar. En fin, quiero hacer y compartir mi ejercicio liberador . . . quizá una que otra personita se me escape, sin embargo, no por ello significa que alguna vez no haya reparado en ella. Pues bien, aquí vamos:
Hace poco, mientras veía de nueva cuenta en la tele las torpezas de la desdichada Bridget Jones (con quien, por momentos, me sentí bastante identificada), reparé en las personas que de una u otra manera han marcado mi vida. No necesariamente significa que fui su novia antaño, sin embargo, en su tiempo les quise y les amé . . . ahhhhh, el sabor del amor . . . es como esas golosinas exóticas que una vez que las pruebas, jamás las puedes olvidar. En fin, quiero hacer y compartir mi ejercicio liberador . . . quizá una que otra personita se me escape, sin embargo, no por ello significa que alguna vez no haya reparado en ella. Pues bien, aquí vamos:
Los hombres de mi vida
(o la historia de enamorarse siempre del
hombre equivocado y no aprender la lección)
(o la historia de enamorarse siempre del
hombre equivocado y no aprender la lección)
1. Juan M: Es un tanto terrible y bochornoso el primer amor de niños ¿verdad?, sobre todo en la primaria; quizá el momento de la confesión pública fue tan espantoso para tí como para mí, pero . . . en fin, qué hacerle ahora. No se qué fue de tí, ni cómo has cambiado o tan siquiera si aun vives, sin embargo y no me lo tomes a mal, no tengo mucho interés (o al menos algo de ello) en verte o hablarte de nuevo. Dejaré las cosas tal y como se quedaron.
2. Ernesto C: Recién pisada la secundaria me encontré con tu hermosa y pálida piel blanca, tus cabellos castaños claro, tu voz a medio madurar en un cuerpo de niño-hombre tan tierno y atractivo a la vez . . . y qué decir de ese aspecto culto/intelectualoide que tanto me fascinó. Contigo aprendí el significado del estribillo de la canción de moda que tanto se escuchaba y que rezaba "sólo respiro del aire que me das" y el deseo de sentirme protegida por alguien como tú . . .vaya, ¡qué idilio vivíamos entonces!. En esos días casi juraba que eras el amor de mi vida y las calificaciones nos eran tan importantes como el llamarnos por la tarde a escondidas de nuestros padres . . . sólo para contarnos el día a día aun cuando lo pasábamos en el mismo salón o el compartirnos las historias de los libros en los que solíamos tener metidas las narices en nuestros ratos de ocio, ¿te acuerdas de nuestro libro favorito, Encantacornio?. Pues bien, nuestra historia rosa acabó gracias a tus miedos aunados a mi impaciencia y orgullo . . . qué pena, de verdad te lloré mucho y padecí bastante tu ausencia. Ahora lo único que recuerdo es cuánto deseaba besar tus labios (entregarte mi primer beso) y crecer juntos siendo muy felices, ya sabes, cuento de hadas para niños. Pareciera que algunos años atrás te vi rápidamente mientras cruzaba la calle, pero no pude reconocerte y no puedo jurar eras tú . . . en fin, sólo deseo lo mejor en tu vida y que seas mucho muy dichoso alcanzando tus sueños y metas.
3. J. Omar: Y después de haber estado enamorada de tu mejor amigo (Ernesto), su partida cuando entramos a la preparatoria me preparó el camino para dejarte entrar en mi corazón. Desde algún tiempo atrás venía practicando ese arte de componer versos y llamarlos poesía . . . y contigo tuve mi momento más glorioso en cuanto a inspiración se refiere pues no había momento en que no lograra escribirte algo bello y guardarlo en mi libreta secreta: era demasiada la vergûenza que sentía como para mostrarte mis creaciones; sin embargo, a diferencia de mi idilio anterior, tú sólo viste en mí a una amiga incondicional pues mi aspecto gótico y piel pálida de ese entonces te eran menos intrigantes que las hermosas curvas de la chica más popular del colegio y que, por desdichada ironía, pertenecía a mi grupo de amigas. ¿De verdad no te dabas cuenta que ella te utilizaba sólo para conseguir mejores notas en las materias y que a tus espaldas fuiste objeto de sus burlas, apodos y comentarios ofensivos?. Nunca quise desanirmarte de obtener su amor a pesar de lo que yo sabía, empero, cuando finalmente te rompió el corazón créeme que lo disfruté insanamente en demasía aun cuando si lamenté mucho el evento debido al aprecio que yo sentía por tí. Algunos años atrás me enteré de que tan pronto ingresaste a la universidad el ego se te fue al cielo, tu nobleza desapareció para convertirte en una persona desagradable y prepotente con tendencia a humillar a los demás en la primera oportunidad que tuvieras . . . además de negar a quienes fueron tus amigos sólo para no sentirte avergonzado ante tus nuevas amistades. Qué triste cambio, empero, ojalá te esté sirviendo para llegar a ser todo lo que quieres y puedes ser.
4. Señor Ingeniero: Aun no logro recordar su nombre, pero qué ganas tuve de ser su compañera de vida (por siempre) aun cuando usted tenía los ojos puestos en una chica bastante menor. En fin, así es la vida, pero esa ida en grupo a su enorme departamento me hizo imaginar demasiadas cosas pues usted deseaba una esposa y yo, una persona a quien amar . . . ¿cómo no animarme cuando nuestra soledad, su solvencia y mi materialismo de entonces se juntaron?; por cierto ¿ya logró realizar su excéntrico sueño de construir un tomógrafo para caballos?, yo espero que sí . . . y también deseo que por fin haya encontrado a la mujer por la que tanto imploraba.
5. Enrique S: Sé muy bien que fui muy cruel al enamorarte sólo para demostrarme a mi misma y a mi egoísmo que bien podía tenerte en mi poder, comiendo de mi mano a pesar de que me doblaras en edad. Sí, me eras muy atractivo físicamente . . . sin embargo, tu nobleza y bondad eran las que realmente me conmovían. Lamentablemente no encontré en tí algo más profundo a lo que aferrarme ni qué admirar . . . eras tan vacío, tan hueco de una costilla a otra, que incluso tu conversación me parecía vana y aburrida ¿recuerdas que no coincidíamos en temas y vos sólo gustaba de hablar de sus múltiples hijos regados por todo el país?. Admito que ambos nos vanagloriamos de haber tenido por un momento el insano gusto de presumir que éramos "40 y 20" y que eras el dueño de mi primer beso, pero nada más. Ojalá algún día me perdones por haber rechazado tu oferta matrimonial tras haber salido tan sólo un par de meses, no obstante, no eras el hombre que yo estaba esperando. De verdad os deseo lo mejor en la vida.
6. Jairo R: "Luna blanca, luna blanca / no veas al conejo porque se espanta" . . . ¿recuerdas esa frase que salió de un supuesto verso?. Tan sólo me pregunto si de verdad era necesario que literalmente te fueras a vivir al otro lado del mundo, en Okinawa. Créeme que he tenido el alma en un hilo debido a los últimos desastres que han sucedido en Japón; ¿estarás bien?, ¿sigues con vida?. Esa historia inconclusa de antaño aun me hace soñarte a veces debido a que, muy dentro de mí, sigo deseando que regreses . . . créeme todavía extraño tus preciosos ojos orientales que parecían estar siempre soñando o ideando algo. ¿Era de verdad tu maestría en cosas de arquitectura la que te llevó a parar hasta allá o tan sólo era el gran pretexto para huir de casa y alejarte de tu asfixiante vida familiar?. Eras mi niño-hombre, un tanto inmaduro sí, pero con un alma noble . . . ya no te encuentro en las redes sociales ¿por qué has cancelado tus cuentas?, ¿por qué te escondes del mundo?, ¿de verdad es tan nefasto y sucio este universo como para contaminarte de él?. Muchas veces nos vimos y tan sólo me atreví a pasar una cita con vos . . . hubiera deseado que fuesen muchas más, no obstante, creo que era bastante menor a tí y tú no estabas muy cómodo con ese hecho. Qué cosas, de nuevo los juegos de la vida . . . y aun lejos de casa, espero encuentres tu felicidad por aquellas tierras pero, por favor, muestra señales de vida.
7. Esaú A: Ahora recuerdo la historia y me parece de lo más jocosa, en serio, incluso en este momento que escribo me estoy riendo de cómo os conocí y los sueños bizarros que entretejimos. Por algo dicen "nunca digas nunca" pues, la verdad, jamás imaginé enamorarme de un pescador y su vida sencilla (aun cuando aquí en la ciudad fungiera como programador y realizara sus labores dentro de una oficina). En fin, no me aflijo más pues es cosa antigua. Ya no me interesa nada al lado de vos, es más, me horroriza tan siquiera pensarlo. No obstante, extrañamente aun no puedo perdonarle que jugara tan sucio conmigo . . . ¿cómo se atreve a seducirme y enamorarme durante bastante tiempo y a la vez hacerle la corte a la que entonces se decía ser amiga mía?, ¿es acaso el karma por mis acciones pasadas?. ¿No cree que ya era bastante maldad suya el haberme enterado de que mantenía una relación con ella a mis espaldas como para todavía tener el descaro de invitarme a su boda sin que yo pudiera negarme a asistir?. Quizá en esos tiempos el mundo se me derrumbaba y le tuve gran desprecio, mas ahora veo las consecuencias de sus actos. Dígame ¿por qué ya no es feliz?, ¿por qué ya no sonríe como antes y siempre le veo con el ceño fruncido o demasiado serio?, ¿por qué no abraza a su joven esposa en público?, ¿por qué parece siempre están a un paso del divorcio?, ¿qué siente al verme cada que lleva a su familia a consulta conmigo?, ¿por qué no me mira a los ojos y siempre que le dirijo la palabra baja la mirada?. Ya no se torture, le he liberado, todo eso que sucedió fue muchos años atrás y ahora me parece lindo verle con su mujer e hijos . . . aunque desearía que realmente fuera feliz con ella, al fin y al cabo usted la eligió por encima de mí ¿o no?.
8. Saúl C: Sabes que siempre nos morimos de risa cada vez que estamos juntos, después de todo, eso pasa con los buenos amigos y qué mayor dicha se puede pedir si también eres amigo común del resto de mi familia junto con tus hermanas y hermanos. Recuerdo que hubo un tiempo en que existía una gran tensión emocional entre ambos y nuestras familias casi juraban terminaríamos envueltos en una relación amorosa . . . qué pensamiento tan más errado pues dime ¿cómo podría yo estar al lado de tí, una persona tan machista que se dedicó a maltratarme y humillarme cada vez que salimos en plan romántico?. Como amigos funcionamos bien hasta ahora, es más, puedo elaborarte los platillos más excéntricos que me pidas y de ahí armar toda una fiesta con nuestras familias. Bien sé que a veces te sientes solo y que en ciertas ocasiones cuando os visito te gustaría meterte entre mis brazos para dar rienda suelta a nuestras necesidades físicas y emocionales . . . pero eso no sucederá, yo también he tenido mis ratos de soledad y ganas de sentirme querida mas ahí, contigo, no se halla la solución y quizá hasta terminaremos odiándonos mutuamente si algo más sucediera entre los dos. Me gusta ser tu amiga y hasta ahí se quedará el asunto, realmente me gusta poder llegar tranquilamente a tu casa con mi familia y convivir juntos sin rencores ni problemas que bien pudiéramos evitarnos.
9. Carlos C: ¿Recuerdas que nos conocimos mientras hacías tu rotación de residencia ahí en La Raza y yo era una simple estudiante?, bien sé que sí te acuerdas pues solíamos hacer remembranza de esos tiempos únicos en que nos veíamos a escondidas en las áreas menos conocidas del hospital para no ser descubiertos y reprendidos; ¿cuánto tiempo duramos saliendo?, no lo sé, quizá dos meses o tres cuando mucho . . . pero ese tiempo juntos me valió para seguirte amando intensamente (y en secreto) por los siguientes cinco o seis años, hasta hace poco cuando regresaste a mi. ¿Por qué volviste?, te creía parte de mi pasado, un bello momento tan efímero que me sirvió de inspiración en mis breves cuentos que subía a los foros en la red. Luego viniste a mí y yo descubrí que te seguía amando con la misma intensidad de antaño, como si el tiempo entre nosotros jamás hubiera pasado: la parte dos de la historia. En la segunda primera cita hubo comida italiana y vino en ese restaurante tan curioso de la ciudad, ¡debíamos celebrar tan glorioso momento! sobre todo porque cuando me hallaste suponías ya estaba casada y con hijos, aunque para tu fortuna no fue así; aun recuerdo que te veías sumamente elegante y seductor ataviado en aquel traje oscuro y tu ondulado cabello entrecano cuidadosamente ordenado hacía perfecto match . . . pero tu voz y tu charla fueron las que siempre me fascinaron y terminaron enamorándome más al tiempo que no podía evitar perderme en tus ojos cansados. Creí que sería el incio de mi eterna dicha y felicidad: habías vuelto y supuse no te irías de nuevo, nunca jamás. Sin embargo, otra vez tres meses me diste y tu corazón dispuso entonces que yo no poseía ese "algo" que terminara de enamorarte, me dijiste que sí me habías buscado para algo serio (casarnos y formar un afamilia) mas aun me faltaba ese "no se qué, ese plus" que os hiciera desear permanecer para siempre conmigo. Ya no sé cuántas veces me partiste el corazón después de haber tomado la cena diciéndome que no me amabas aun cuando me apreciabas bastante y yo en mi necedad, seguía tras de tí a pesar de todo . . . hasta que decidiste salir con alguien más. Oh, cielo mío . . . ya no quiero esperarte otros cinco o seis años más, cuando decidas de nuevo regresar. ¿Qué voy a hacer con todo este amor que te profeso, que me inunda y comienza a desbordar?, ¿me curaré de este dolor tan asfixiante que me oprime, me duele y no me deja respirar? . . . sabes que hasta el fin del mundo iría contigo, que gustosamente sería la madre de tus hijos aun cuando en mis proyectos no estaba ello. Por favor regresa, vuelve a mí . . . otórgate esa oportunidad de descubrirme más y de conocerte más a tí mismo . . . permítete no sentir ese miedo que os embarga e impide avances más en estos asuntos del corazón. Te amo y te extraño. Vuelve, por favor, vuelve a mi y hagamos de esta historia inconclusa el inicio de una vida juntos que dure por la eternidad.
10. J. Carlos V: Ahora tu nombre me resulta tan extraño pues los recuerdos que tengo de tí son bastante borrosos y atemporales. Quizá sólo quiera quedarme con las imágenes de nosotros estando en la universidad, el cómo te cuidaba cuando estábamos de guardia en el hospital y la sensación maternalista que me provocabas . . . hasta que os confesé mi amor y te pedí un beso aquella tarde nublada bajo la jacaranda que dejaba caer sus flores lilas a manera de lluvia. Nunca supe si lo nuestro hubiera funcionado pues ya no me atreví a más debido a que tu inocencia era mayor que la mía y casi todos me decían que yo te sería una persona dañina . . . yo se que en tí también había algo, pues si no hubiere sido de esa manera, ¿para qué habrías confrontado a Carlos E, quien era mi novio entonces y las cosas no iban de mil maravillas?. Extrañamente en tí vi una salida en aquel entonces, sin embargo, ambos fuimos lo bastante cobardes como para aventurarnos en ello. En fin, ya no importa más . . . a veces sigo tus pasos en las redes sociales, a veces puedo saludarte y otras no pero bien se que aun guardas tu carácter revolucionario, idealista y meramente social pues siempre has creído en la gente y en ayudarlas. De ahí vino la idea de hacer un mini cuento sobre tí pues el sentimiento de melancolía era fuerte cuando te fuiste de la ciudad (http://historiasfelinasnocheydia.blogspot.com/2010/08/la-paz-perdida.html). Somo amigos un tanto lejanos ya, mas en mi mente siempre seguirás presente como un bello recuerdo de la juvetud. Suerte y que tengas éxito en tus nuevas empresas . . . aun cuando se que tu corazón se rasga una y otra vez cada que vaz en pos de tus sueños y otras utopías socialistas.
11. Carlos E: Que si alguna vez perdí la cabeza por usted, eso sólo es parte de mi historia personal. Era yo tan joven y a la vez tan inocente e ignorante que cualquier palabra proferida de sus labios me era ley y verdad. Tantas primeras veces pasé con usted . . . cosas que iban desde intentar aprender el ráppel, el escaparme de clases e ir a parar a la mitad de otro estado para regresar en una misma tarde a casa, hasta jurarle que por amor haría escalada libre en una montaña sólo para dejar sus cenizas en la cima de una montaña en caso de que muriera primero . . . y todo porque usted era un alpinista aficionado. Seamos sinceros, no teníamos futuro más allá de las emociones que imperaban incluso aun cuando su frialdad tan característica me hizo dudar todos esos años que pasamos juntos si acaso realmente me amaba . . . si acaso me amó. Finalmente me propuso matrimonio, yo creo que fue más de fuerzas que de ganas, aunque puedo equivocarme y quizá sí sucedió porque realmente así lo deseaba. En fin, usted se dedicó a matar diariamente mis esperanzas y sueños hasta que ya no quedó nada de ellos pues ni un abrazo o beso que sintiera sincero pude obtener de usted . . . ¿es ahora difícil de entender por qué decliné la oferta?. Se muy bien por sus dotes de casanova que ha empezado una nueva relación, veamos, ¿es la chica número 1201 la que lleva hasta ahora en su vida?, quién sabe, ya no importa . . . aunque en su momento realmente fue duro aceptar que por sus brazos habían pasado miles de jóvenes antes que yo y tal vez, sólo tal vez, era una más entre su colección. Ahora sólo os puedo desear toda la suerte que quiera tener y que alcance todas las metas que se ha propuesto, incluso eso de reposar sus restos en la cima de una montaña.
12. A. Toledano: Con usted descubrí los efectos que el encierro prolongado, las desveladas continuas y las ganas de sentirme viva ejercen sobre mí . . . de hecho, por eso declino la oferta de dedicarme a la especialización y opto mejor por el ramo de la investigación en una maestría y luego el doctorado (si Dios así lo permite). Recuerdo que aun siendo yo simplemente su "interna" y usted el jefe del servicio, llegó un momento en que las jerarquías y la amplísima diferencia de edades llegaron a valerme un comino; qué delicia era entonces el pasar visita y hacer las anotaciones correspondientes junto a usted, sin intermediarios ni residentes que pudieran distanciarme de vos . . . qué dicha era el escribirle versos a escondidas fingiendo terminar tardíamente una nota en el expediente, qué infinita belleza era ver a escondidas sus ojos verdes y su cabello rubio habitualmente desaliñado, incluso escuchar mi nombre por altavoz cuando me buscaba para terminar los "pendientes" me llenaba de alegría y no de hartazgo; por cierto, antes de verle retocaba mi maquillaje para que siempre me viese presentable, fresca y jovial . . . me gustaba viera una cara linda y bonita además de una mente inteligente. Se bien que todo esto era parte de mis fantasías, del clásico "A ama a B pero no puede decírselo", de la absoluta imposiblididad de acercarme a usted pues era casado y con hijos que casi tenían mi edad . . . más llegó un momento en que el recato, el decoro y todo ese tipo de cosas desaparecieron con mi desinhibición debida a las dos guardias continuas que había tenído unos días antes y el exceso de trabajo que implicó el turno de esa mañana . . . casi me sentía drogada o ebria por el sueño y, sí, sólo por eso (por mi estado mental alterado) me atreví a llevarle a un lugar que estuviera apartado del área en la que laborábamos, a decirle que debía comentarle algo (y usted bien intuyó que era personal), a que en la mitad de la confesión que ya me tenía tan ahogada y con el corazón latiendo agitadamente le besara en los labios casi a fuerza no sólo una vez sino tres . . . y para mi total dicha, usted hizo absolutamente nada al respecto. Al día siguiente temía me hubiera levantado un reporte por conducta indecente, por acoso o algo parecido . . . mas todo continuó como antes, como si "aquello" no hubiera sucedido: era nuestro secreto que manteníamos vivo todos los días con miradas clandestinas y cómplices. Ya después hasta encontramos el gusto de saludarnos a escondidas en los pasillos con "inocentes" besos en la comisura de los labios, ya no importaba por cuál servicio estuviera haciendo mi rotación. Recuerdo muy bien el que fuera a visitarme después de la cirugía mientras yo estaba postrada en cama, fue un duro golpe a mi vanidad pues no había permitido antes que alguien me viera en semejantes condiciones y, aun cuando usted no tenía algo qué hacer ahí, me alegró el momento con su presencia (bien hubiera querido abrazarle mas mis padres estaban presentes). Ahora me resulta un tanto vergonzosa toda esta serie de eventos y los colores se me suben al rostro todavía más al saber, gracias a una amiga que trabaja con usted, que despues de todo este tiempo sigue acordándose de aquel día en el que le besé . . . aunque pienso fue el karma el que se cobró los hechos pues unos meses después de mi asalto, a mí me fue cobrado ese beso cuando me lo fue robado por otro hombre en el momento en que menos lo esperaba.
13. Raul S: Qué cosa esta que después de habernos conocido en el baile flamenco nos hicimos amigos aun cuando nuestras ideas eran por demás opuestas ¿verdad?. Está claro que tu imagen gótica de largos cabellos ondulados y ojos delineados me era por demás perturbadora y sí, me parecías muy sensual . . . pero de pensar las cosas o imaginarlas a ponerlas en práctica, hay mucha distancia que recorrer. Créeme que después de tus propuestas eróticas bajo el término de "sexo como amigos" siento que la amistad se ha deteriorado muchísimo, ya ni ganas me dan de saludarte virtualmente pues dada tu insistencia anterior no sé si volverás a pedírmelo y yo incómoda declinaré tu oferta nuevamente. Se que lo haces por buscar una musa, por encontrar alguna emoción que te motive a construir tu arte, porque quieres ser como aquellos poetas promiscuos que en el cuerpo de todas las mujeres hallaban a la que siempre habían amado y no les correspondió. Créeme, aun cuando no tuvimos un solo encuentro, el sólo pensarlo me resulta un poco repulsivo y triste . . . ¿de verdad creías que era la mejor manera de hacerme olvidar al Señor Pez, al príncipe de los sueños?. Ojalá podamos retormar la amistad que teníamos y espero que vuestra soledad ya no te lleve a querer comprar amor de donde se pueda. Yo no me llamo Jere (la chica a la que siempre has querido, tu rosa preciada) y en mí no vas a encontrar un sustituto de ella. Piénsalo bien.
14. F. Shimidzu: Tú eres todo un cuento aparte, amigo mío. Digamos que cuando os conocí me pareció tan hermoso encontrarme reflejada en alguien que pronto me sentí enamorada otra vez . . . mas al parecer era sólo mi egotismo y narcisismo pues me estaba enamorando de mí misma, o bien era la necesidad de estar acompañada cuando más sola me sentía (http://historiasfelinasnocheydia.blogspot.com/2011/03/shimidzu.html, http://historiasfelinasnocheydia.blogspot.com/2011/02/urbana.html). Lograste que me replanteara nuevamente algunos pensamientos además de algunas decisiones tomadas y si bien el descubrir tu homosexualidad me ayudó a superar el romance que en mi mente crecía por vos, creo que ahora gané un amigo fiel e inseparable. Muchas gracias por las muchas veces que me has ayudado con tus sabios consejos, cuando me has ofrecido tu hombro para llorar y mágicamente logras que la carga sea menos pesada, cuando me haces reir casi a carcajadas con tus ocurrencias y por soportar mis atroces y muy mordaces bromas u ocurrencias en clase (inclusive mi esencia felina aunada a mi manía por maullarte y ronronearte). Muchas gracias, amigo mío, por estar presente siempre . . . y por recordarme cuán fuerte soy ya sea con tus palabras o cuando apoyas tu cabeza en mi hombro y ambos soñamos a la par con la llegada de nuestro glorioso "Príncipe Azul".
15. Sergio N: Mi Lord Sergio, ¿qué puedo decirte ahora que no sepas ya de mí?; incluso muchas de las entradas de este blog se deben al gran amor que os profesaba y la fantasía que tuvimos de casarnos al final de este año para emprender una vida juntos; por alguna extraña razón aun guardo el contador de boda y ver las páginas de vestidos de novia todavía me causan gran ilusión . . . oh, qué dicha la de entonces. ¿Has pensado que a veces quiero recordar nuestros primeros momentos juntos para intentar revivir la llama de nuestro gran amor?, ¿qué pasa conmigo que ahora sólo te tengo un gran cariño y sin embargo, no me veo siendo la esposa de vos?. Créeme, a diario intento lidiar con ello para encontrar y vivir nuevamente ese sentimiento tan mágico que por alguna funesta causa de mí se esfumó con nuestros problemas cotidianos. Ya no buscaré culpables o qué nos faltó; quizá sucedió que, tal y como nos dijo la mesera en el restaurante aquel día, simplemente "el café se nos enfrió". Al principio yo era la más entusiasta en este proyecto, mas al parecer siempre logro me apuñalen el corazón y entonces termino despidiéndome para nunca volver . . . ¿o será más bien que soy como "los amorosos" que describe Sabines, siempre en eterna prórroga? ( http://historiasfelinasnocheydia.blogspot.com/2010/11/sabines-los-amorosos-callan.html ). Ahora entiendo muchas cosas, pero me he hecho tan "extraña" últimamente que incluso a tí te ha parecido difícil amarme cuando no lo era así antes. ¿Qué pasará con nosotros, si acaso todavía queda un "nosotros"?. Necesito esa llama que me impulsaba a vivir feliz, a amarte y desear pasar el resto de mi vida contigo . . . qué pasará, qué pasará. A veces siento amarte y otras, no tanto . . . hay algo que en mi se resiste, que no me deja en paz y no permite aflorar los sentimientos que quizá aun duermen dentro de mí y lo descubro cada vez que te acercas y nuestros cuerpos se encienden hasta llevarnos a perder la cordura. ¿Qué sucede dentro de mi como para no sentirme de nuevo enamorada aun cuando se que el amor que me profesas es genuino, profundo e infinito?, no lo sé mas por algún motivo nefasto desde que nos dijimos adiós e hicimos una tregua las cosas no han sido iguales ni logro encender nuevamente mi llama ( http://historiasfelinasnocheydia.blogspot.com/2011/04/y-vino-el-adios.html ). Continuaré esfrozándome pues, si en este universo yo no puedo ser tan feliz como quisiera, pues al menos a tí te dejaré serlo siendo tu compañera al tiempo que disfruto de tu grandioso y exquisito amor tan único.
6. Jairo R: "Luna blanca, luna blanca / no veas al conejo porque se espanta" . . . ¿recuerdas esa frase que salió de un supuesto verso?. Tan sólo me pregunto si de verdad era necesario que literalmente te fueras a vivir al otro lado del mundo, en Okinawa. Créeme que he tenido el alma en un hilo debido a los últimos desastres que han sucedido en Japón; ¿estarás bien?, ¿sigues con vida?. Esa historia inconclusa de antaño aun me hace soñarte a veces debido a que, muy dentro de mí, sigo deseando que regreses . . . créeme todavía extraño tus preciosos ojos orientales que parecían estar siempre soñando o ideando algo. ¿Era de verdad tu maestría en cosas de arquitectura la que te llevó a parar hasta allá o tan sólo era el gran pretexto para huir de casa y alejarte de tu asfixiante vida familiar?. Eras mi niño-hombre, un tanto inmaduro sí, pero con un alma noble . . . ya no te encuentro en las redes sociales ¿por qué has cancelado tus cuentas?, ¿por qué te escondes del mundo?, ¿de verdad es tan nefasto y sucio este universo como para contaminarte de él?. Muchas veces nos vimos y tan sólo me atreví a pasar una cita con vos . . . hubiera deseado que fuesen muchas más, no obstante, creo que era bastante menor a tí y tú no estabas muy cómodo con ese hecho. Qué cosas, de nuevo los juegos de la vida . . . y aun lejos de casa, espero encuentres tu felicidad por aquellas tierras pero, por favor, muestra señales de vida.
7. Esaú A: Ahora recuerdo la historia y me parece de lo más jocosa, en serio, incluso en este momento que escribo me estoy riendo de cómo os conocí y los sueños bizarros que entretejimos. Por algo dicen "nunca digas nunca" pues, la verdad, jamás imaginé enamorarme de un pescador y su vida sencilla (aun cuando aquí en la ciudad fungiera como programador y realizara sus labores dentro de una oficina). En fin, no me aflijo más pues es cosa antigua. Ya no me interesa nada al lado de vos, es más, me horroriza tan siquiera pensarlo. No obstante, extrañamente aun no puedo perdonarle que jugara tan sucio conmigo . . . ¿cómo se atreve a seducirme y enamorarme durante bastante tiempo y a la vez hacerle la corte a la que entonces se decía ser amiga mía?, ¿es acaso el karma por mis acciones pasadas?. ¿No cree que ya era bastante maldad suya el haberme enterado de que mantenía una relación con ella a mis espaldas como para todavía tener el descaro de invitarme a su boda sin que yo pudiera negarme a asistir?. Quizá en esos tiempos el mundo se me derrumbaba y le tuve gran desprecio, mas ahora veo las consecuencias de sus actos. Dígame ¿por qué ya no es feliz?, ¿por qué ya no sonríe como antes y siempre le veo con el ceño fruncido o demasiado serio?, ¿por qué no abraza a su joven esposa en público?, ¿por qué parece siempre están a un paso del divorcio?, ¿qué siente al verme cada que lleva a su familia a consulta conmigo?, ¿por qué no me mira a los ojos y siempre que le dirijo la palabra baja la mirada?. Ya no se torture, le he liberado, todo eso que sucedió fue muchos años atrás y ahora me parece lindo verle con su mujer e hijos . . . aunque desearía que realmente fuera feliz con ella, al fin y al cabo usted la eligió por encima de mí ¿o no?.
8. Saúl C: Sabes que siempre nos morimos de risa cada vez que estamos juntos, después de todo, eso pasa con los buenos amigos y qué mayor dicha se puede pedir si también eres amigo común del resto de mi familia junto con tus hermanas y hermanos. Recuerdo que hubo un tiempo en que existía una gran tensión emocional entre ambos y nuestras familias casi juraban terminaríamos envueltos en una relación amorosa . . . qué pensamiento tan más errado pues dime ¿cómo podría yo estar al lado de tí, una persona tan machista que se dedicó a maltratarme y humillarme cada vez que salimos en plan romántico?. Como amigos funcionamos bien hasta ahora, es más, puedo elaborarte los platillos más excéntricos que me pidas y de ahí armar toda una fiesta con nuestras familias. Bien sé que a veces te sientes solo y que en ciertas ocasiones cuando os visito te gustaría meterte entre mis brazos para dar rienda suelta a nuestras necesidades físicas y emocionales . . . pero eso no sucederá, yo también he tenido mis ratos de soledad y ganas de sentirme querida mas ahí, contigo, no se halla la solución y quizá hasta terminaremos odiándonos mutuamente si algo más sucediera entre los dos. Me gusta ser tu amiga y hasta ahí se quedará el asunto, realmente me gusta poder llegar tranquilamente a tu casa con mi familia y convivir juntos sin rencores ni problemas que bien pudiéramos evitarnos.
9. Carlos C: ¿Recuerdas que nos conocimos mientras hacías tu rotación de residencia ahí en La Raza y yo era una simple estudiante?, bien sé que sí te acuerdas pues solíamos hacer remembranza de esos tiempos únicos en que nos veíamos a escondidas en las áreas menos conocidas del hospital para no ser descubiertos y reprendidos; ¿cuánto tiempo duramos saliendo?, no lo sé, quizá dos meses o tres cuando mucho . . . pero ese tiempo juntos me valió para seguirte amando intensamente (y en secreto) por los siguientes cinco o seis años, hasta hace poco cuando regresaste a mi. ¿Por qué volviste?, te creía parte de mi pasado, un bello momento tan efímero que me sirvió de inspiración en mis breves cuentos que subía a los foros en la red. Luego viniste a mí y yo descubrí que te seguía amando con la misma intensidad de antaño, como si el tiempo entre nosotros jamás hubiera pasado: la parte dos de la historia. En la segunda primera cita hubo comida italiana y vino en ese restaurante tan curioso de la ciudad, ¡debíamos celebrar tan glorioso momento! sobre todo porque cuando me hallaste suponías ya estaba casada y con hijos, aunque para tu fortuna no fue así; aun recuerdo que te veías sumamente elegante y seductor ataviado en aquel traje oscuro y tu ondulado cabello entrecano cuidadosamente ordenado hacía perfecto match . . . pero tu voz y tu charla fueron las que siempre me fascinaron y terminaron enamorándome más al tiempo que no podía evitar perderme en tus ojos cansados. Creí que sería el incio de mi eterna dicha y felicidad: habías vuelto y supuse no te irías de nuevo, nunca jamás. Sin embargo, otra vez tres meses me diste y tu corazón dispuso entonces que yo no poseía ese "algo" que terminara de enamorarte, me dijiste que sí me habías buscado para algo serio (casarnos y formar un afamilia) mas aun me faltaba ese "no se qué, ese plus" que os hiciera desear permanecer para siempre conmigo. Ya no sé cuántas veces me partiste el corazón después de haber tomado la cena diciéndome que no me amabas aun cuando me apreciabas bastante y yo en mi necedad, seguía tras de tí a pesar de todo . . . hasta que decidiste salir con alguien más. Oh, cielo mío . . . ya no quiero esperarte otros cinco o seis años más, cuando decidas de nuevo regresar. ¿Qué voy a hacer con todo este amor que te profeso, que me inunda y comienza a desbordar?, ¿me curaré de este dolor tan asfixiante que me oprime, me duele y no me deja respirar? . . . sabes que hasta el fin del mundo iría contigo, que gustosamente sería la madre de tus hijos aun cuando en mis proyectos no estaba ello. Por favor regresa, vuelve a mí . . . otórgate esa oportunidad de descubrirme más y de conocerte más a tí mismo . . . permítete no sentir ese miedo que os embarga e impide avances más en estos asuntos del corazón. Te amo y te extraño. Vuelve, por favor, vuelve a mi y hagamos de esta historia inconclusa el inicio de una vida juntos que dure por la eternidad.
11. Carlos E: Que si alguna vez perdí la cabeza por usted, eso sólo es parte de mi historia personal. Era yo tan joven y a la vez tan inocente e ignorante que cualquier palabra proferida de sus labios me era ley y verdad. Tantas primeras veces pasé con usted . . . cosas que iban desde intentar aprender el ráppel, el escaparme de clases e ir a parar a la mitad de otro estado para regresar en una misma tarde a casa, hasta jurarle que por amor haría escalada libre en una montaña sólo para dejar sus cenizas en la cima de una montaña en caso de que muriera primero . . . y todo porque usted era un alpinista aficionado. Seamos sinceros, no teníamos futuro más allá de las emociones que imperaban incluso aun cuando su frialdad tan característica me hizo dudar todos esos años que pasamos juntos si acaso realmente me amaba . . . si acaso me amó. Finalmente me propuso matrimonio, yo creo que fue más de fuerzas que de ganas, aunque puedo equivocarme y quizá sí sucedió porque realmente así lo deseaba. En fin, usted se dedicó a matar diariamente mis esperanzas y sueños hasta que ya no quedó nada de ellos pues ni un abrazo o beso que sintiera sincero pude obtener de usted . . . ¿es ahora difícil de entender por qué decliné la oferta?. Se muy bien por sus dotes de casanova que ha empezado una nueva relación, veamos, ¿es la chica número 1201 la que lleva hasta ahora en su vida?, quién sabe, ya no importa . . . aunque en su momento realmente fue duro aceptar que por sus brazos habían pasado miles de jóvenes antes que yo y tal vez, sólo tal vez, era una más entre su colección. Ahora sólo os puedo desear toda la suerte que quiera tener y que alcance todas las metas que se ha propuesto, incluso eso de reposar sus restos en la cima de una montaña.
12. A. Toledano: Con usted descubrí los efectos que el encierro prolongado, las desveladas continuas y las ganas de sentirme viva ejercen sobre mí . . . de hecho, por eso declino la oferta de dedicarme a la especialización y opto mejor por el ramo de la investigación en una maestría y luego el doctorado (si Dios así lo permite). Recuerdo que aun siendo yo simplemente su "interna" y usted el jefe del servicio, llegó un momento en que las jerarquías y la amplísima diferencia de edades llegaron a valerme un comino; qué delicia era entonces el pasar visita y hacer las anotaciones correspondientes junto a usted, sin intermediarios ni residentes que pudieran distanciarme de vos . . . qué dicha era el escribirle versos a escondidas fingiendo terminar tardíamente una nota en el expediente, qué infinita belleza era ver a escondidas sus ojos verdes y su cabello rubio habitualmente desaliñado, incluso escuchar mi nombre por altavoz cuando me buscaba para terminar los "pendientes" me llenaba de alegría y no de hartazgo; por cierto, antes de verle retocaba mi maquillaje para que siempre me viese presentable, fresca y jovial . . . me gustaba viera una cara linda y bonita además de una mente inteligente. Se bien que todo esto era parte de mis fantasías, del clásico "A ama a B pero no puede decírselo", de la absoluta imposiblididad de acercarme a usted pues era casado y con hijos que casi tenían mi edad . . . más llegó un momento en que el recato, el decoro y todo ese tipo de cosas desaparecieron con mi desinhibición debida a las dos guardias continuas que había tenído unos días antes y el exceso de trabajo que implicó el turno de esa mañana . . . casi me sentía drogada o ebria por el sueño y, sí, sólo por eso (por mi estado mental alterado) me atreví a llevarle a un lugar que estuviera apartado del área en la que laborábamos, a decirle que debía comentarle algo (y usted bien intuyó que era personal), a que en la mitad de la confesión que ya me tenía tan ahogada y con el corazón latiendo agitadamente le besara en los labios casi a fuerza no sólo una vez sino tres . . . y para mi total dicha, usted hizo absolutamente nada al respecto. Al día siguiente temía me hubiera levantado un reporte por conducta indecente, por acoso o algo parecido . . . mas todo continuó como antes, como si "aquello" no hubiera sucedido: era nuestro secreto que manteníamos vivo todos los días con miradas clandestinas y cómplices. Ya después hasta encontramos el gusto de saludarnos a escondidas en los pasillos con "inocentes" besos en la comisura de los labios, ya no importaba por cuál servicio estuviera haciendo mi rotación. Recuerdo muy bien el que fuera a visitarme después de la cirugía mientras yo estaba postrada en cama, fue un duro golpe a mi vanidad pues no había permitido antes que alguien me viera en semejantes condiciones y, aun cuando usted no tenía algo qué hacer ahí, me alegró el momento con su presencia (bien hubiera querido abrazarle mas mis padres estaban presentes). Ahora me resulta un tanto vergonzosa toda esta serie de eventos y los colores se me suben al rostro todavía más al saber, gracias a una amiga que trabaja con usted, que despues de todo este tiempo sigue acordándose de aquel día en el que le besé . . . aunque pienso fue el karma el que se cobró los hechos pues unos meses después de mi asalto, a mí me fue cobrado ese beso cuando me lo fue robado por otro hombre en el momento en que menos lo esperaba.
13. Raul S: Qué cosa esta que después de habernos conocido en el baile flamenco nos hicimos amigos aun cuando nuestras ideas eran por demás opuestas ¿verdad?. Está claro que tu imagen gótica de largos cabellos ondulados y ojos delineados me era por demás perturbadora y sí, me parecías muy sensual . . . pero de pensar las cosas o imaginarlas a ponerlas en práctica, hay mucha distancia que recorrer. Créeme que después de tus propuestas eróticas bajo el término de "sexo como amigos" siento que la amistad se ha deteriorado muchísimo, ya ni ganas me dan de saludarte virtualmente pues dada tu insistencia anterior no sé si volverás a pedírmelo y yo incómoda declinaré tu oferta nuevamente. Se que lo haces por buscar una musa, por encontrar alguna emoción que te motive a construir tu arte, porque quieres ser como aquellos poetas promiscuos que en el cuerpo de todas las mujeres hallaban a la que siempre habían amado y no les correspondió. Créeme, aun cuando no tuvimos un solo encuentro, el sólo pensarlo me resulta un poco repulsivo y triste . . . ¿de verdad creías que era la mejor manera de hacerme olvidar al Señor Pez, al príncipe de los sueños?. Ojalá podamos retormar la amistad que teníamos y espero que vuestra soledad ya no te lleve a querer comprar amor de donde se pueda. Yo no me llamo Jere (la chica a la que siempre has querido, tu rosa preciada) y en mí no vas a encontrar un sustituto de ella. Piénsalo bien.
15. Sergio N: Mi Lord Sergio, ¿qué puedo decirte ahora que no sepas ya de mí?; incluso muchas de las entradas de este blog se deben al gran amor que os profesaba y la fantasía que tuvimos de casarnos al final de este año para emprender una vida juntos; por alguna extraña razón aun guardo el contador de boda y ver las páginas de vestidos de novia todavía me causan gran ilusión . . . oh, qué dicha la de entonces. ¿Has pensado que a veces quiero recordar nuestros primeros momentos juntos para intentar revivir la llama de nuestro gran amor?, ¿qué pasa conmigo que ahora sólo te tengo un gran cariño y sin embargo, no me veo siendo la esposa de vos?. Créeme, a diario intento lidiar con ello para encontrar y vivir nuevamente ese sentimiento tan mágico que por alguna funesta causa de mí se esfumó con nuestros problemas cotidianos. Ya no buscaré culpables o qué nos faltó; quizá sucedió que, tal y como nos dijo la mesera en el restaurante aquel día, simplemente "el café se nos enfrió". Al principio yo era la más entusiasta en este proyecto, mas al parecer siempre logro me apuñalen el corazón y entonces termino despidiéndome para nunca volver . . . ¿o será más bien que soy como "los amorosos" que describe Sabines, siempre en eterna prórroga? ( http://historiasfelinasnocheydia.blogspot.com/2010/11/sabines-los-amorosos-callan.html ). Ahora entiendo muchas cosas, pero me he hecho tan "extraña" últimamente que incluso a tí te ha parecido difícil amarme cuando no lo era así antes. ¿Qué pasará con nosotros, si acaso todavía queda un "nosotros"?. Necesito esa llama que me impulsaba a vivir feliz, a amarte y desear pasar el resto de mi vida contigo . . . qué pasará, qué pasará. A veces siento amarte y otras, no tanto . . . hay algo que en mi se resiste, que no me deja en paz y no permite aflorar los sentimientos que quizá aun duermen dentro de mí y lo descubro cada vez que te acercas y nuestros cuerpos se encienden hasta llevarnos a perder la cordura. ¿Qué sucede dentro de mi como para no sentirme de nuevo enamorada aun cuando se que el amor que me profesas es genuino, profundo e infinito?, no lo sé mas por algún motivo nefasto desde que nos dijimos adiós e hicimos una tregua las cosas no han sido iguales ni logro encender nuevamente mi llama ( http://historiasfelinasnocheydia.blogspot.com/2011/04/y-vino-el-adios.html ). Continuaré esfrozándome pues, si en este universo yo no puedo ser tan feliz como quisiera, pues al menos a tí te dejaré serlo siendo tu compañera al tiempo que disfruto de tu grandioso y exquisito amor tan único.
Y esta es la "breve" lista, algunos han logrado escapar de ella porque no los recuerdo, ya no tienen nombre o simplemente han dejado de ser significativos. Lo único que en este momento me ha sido otorgado conocer es que todas las personas poseen cierta magia, una belleza muy particular dentro de sus corazones y algo que las hace únicas, sin embargo, ando en pos de sólo ser la compañera de un solo hombre y no más . . . seguiré en la búsqueda.
Etiquetas: Momentos personales.
0 Comments:
Subscribe to:
Enviar comentarios (Atom)